Qué significa Mesías?
Mesías:
Según la tradición judía; Ha-mashiach (המשיח, ‘the Messiah’) a menudo referido como melekh mashiach (מלך המשיח, ‘King Messiah’), es un líder judío, físicamente descendiente de la línea paterna del Rey David y el Rey Salomón. Se cree que logrará cosas predeterminadas con su llegada, incluyendo la unificación de las tribus de Israel
“Mashiaj” (Mesías), que significa «ungido») es el salvador o liberador de un grupo de personas o de la humanidad en general.
En tiempos bíblicos se ungía al rey, al sacerdote y al profeta, como un significado espiritual; de ahí la unción simbolizaba la consagración del ungido a Dios para una función particular dentro de los propósitos divinos. Ejemplos: Aarón, Saúl, David, etc..
Era necesario que Jesús fuera un hombre, para ser descendiente.
Jesús es reconocido como el Cristo, el Mesías (el ungido), ya que también en su humanidad cumple el venir de la descendencia de David hijo de Isaí.
“Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. 2 Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.” Isaías 1:1-2
Fue necesario que Jesús fuera ungido, al igual que los otros hombres ungidos y escogidos por Dios para cumplir el propósito de Dios en su vida. Sobre Jesús se cumple legítimamente esta unción pues le era necesario estar capacitado para la misión que Dios le dio.
“cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo este anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.” Hechos 10:38
Así como Dios estuvo con aquellos hombres ungidos por Él, de igual forma estaba con Jesús el hijo del hombre.
Los profetas anuncian a éste hombre llamado Mesías, como un personaje con poder sin límite, que establecería un imperio, la paz y la justicia sobre el mundo.
“Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto. Isaías 9:7
Los profetas anunciaban al Mesías sentado sobre el trono de David su padre, como lo llamo así el ángel.
“Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin”. Lucas 1:32-33
De manera que así encontramos esta descendencia desde el trono de David hasta Cristo – El Mesías príncipe como lo llama el ángel delante del profeta Daniel en:
Daniel 9:25 “Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos.”
Estos descendientes al trono son:
Después de la deportación a Babilonia
1.Jeconías
2.Salatiel
3.Zorobabel
4.Abiud
5.Eliaquim a Azor,
6.Azor
7.Sadoc
8.Aquim
9.Eliud
10.Eleazar a Matán,
11.Matán
12.Jacob
13.María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo.
“De manera que todas las generaciones desde Abraham hasta David son catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce. Mateo 1:1-17
El descendiente de David llamado como renuevo justo y que reinará como Rey, es anunciado por el profeta Jeremías también.
“He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra. En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra”. Jeremías. 23:5-6
“He aquí vienen días, dice Jehová, en que yo confirmaré la buena palabra que he hablado a la casa de Israel y a la casa de Judá.
En aquellos días y en aquel tiempo haré brotar a David un Renuevo de justicia, y hará juicio y justicia en la tierra.
En aquellos días Judá será salvo, y Jerusalén habitará segura, y se le llamará: Jehová, justicia nuestra.
Porque así ha dicho Jehová: No faltará a David varón que se siente sobre el trono de la casa de Israel”. Jeremías 33:14-26 Leer todo
¿Para qué era necesario que Jesús fuera el Cristo, Mesías príncipe?
Era necesario que Jesús fuera el Cristo, el Mesías prometido, para que en el se cumplieran las Escrituras.
El profeta Zacarías.
Muestra al Mesías como “justo, salvador y humilde.
“Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.” Zacarías. 9:9.
Aunque los profetas anunciaron el tiempo, las características y la forma de la venida del Cristo – El Mesías y su venida al mundo; muchos de los judíos cuando vieron a Jesús lo vieron como un hombre insignificante y pobre.
En realidad no pudieron reconocer como el mismo Jesús lo dijo, ” el tiempo de su visitación “, de manera que con conocimiento o no, se cumplieron las Escrituras en Jesús, desde su nacimiento, vida, obra, padecimientos, muerte y resurrección.; incluso esta expresado por el profeta de la siguiente manera:
“¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? -Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, más sin atractivo para que le deseemos”.
“Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido…” Isaías 53:1-12
Leer todo.
Como dice la Escritura, fue un hombre despreciado y desechado, visto con indiferencia.
Si Jesús es declarado como el Mesías príncipe, recordemos lo siguiente:
- Cuando nace un príncipe, se proclama la Buena nueva al pueblo
- El príncipe es el hijo primogénito del rey o reina,
- El primogénito es el heredero de la corona en cuestión.
- Príncipe es el título otorgado a algunos individuos de la familia real o imperial.
