Hay preguntas que confrontan el corazón. Una de ellas es esta: ¿En quién estás depositando tu confianza?
La Biblia nos recuerda con firmeza y amor:
“Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová.” (Jeremías 17:5)
Con frecuencia confiamos en personas o sistemas esperando que nos sostengan:
¿En un presidente que dirija la nación?
¿En un policía que nos proteja?
¿En un médico que nos sane?
¿En una pareja que nos acompañe y ame?
¿En nuestros padres que suplan nuestras necesidades?
Aunque cada persona tiene un rol importante en nuestra vida, todos somos humanos: fallamos, nos cansamos, nos equivocamos, somos limitados y no tenemos control sobre nuestra propia vida. Por eso Dios nos recuerda una verdad eterna:
“Mejor es confiar en Jehová que confiar en el hombre.
Mejor es confiar en Jehová que confiar en príncipes”. (Salmo 118:8-9)
Dios no cambia – No muere – No te abandona – No te falla.
Él prometió: “No te dejaré ni te desampararé.” (Josué 1:5)
Pero… ¿confiamos realmente en Él? ¿Acudimos primero a Dios cuando llegan los problemas, las enfermedades, las necesidades?
Muchas veces, en medio del afán y la angustia, buscamos soluciones humanas que solo alivian momentáneamente, pero nos dejan sin paz.
Cuando obedecemos a Dios, nuestra confianza crece
Dios nos enseña a caminar con Él, paso a paso:
A fin de que pongan en Dios su confianza, Y no se olviden de las obras de Dios; Que guarden sus mandamientos. (Salmo 78:7)
En el día que temo, yo en ti confío. (Salmo 56:3) – El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre (Hebreos 13:6)
No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa (Hebreos 10:35-36)
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. (Filipenses 4:6) – Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús (1 Tesalonicenses 5:16-18)
Orad sin cesar (1 Tesalonicenses 5:17)
Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré”. (Salmo 18:2)
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que es galardonador de los que le buscan (Hebreos 11:6)
Así que la fe viene por el oír, y el oír por la palabra de Dios (Romanos 10:17)
¿Qué sucede cuando confiamos plenamente en Dios?
Dios responde de maneras que solo Él puede hacer:
Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. (Jeremías 17:7)
Y la paz de Cristo, a la cual fuisteis llamados en un solo cuerpo, reine en vuestros corazones; y sed agradecidos. (Colosenses 3:15)
Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos. (Isaías 26:3-4)
Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo. (Romanos 15:13)
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. (Isaías 41:10)
Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán. (Isaías 40:31)
Confía en el Señor y haz el bien; habita en la tierra y busca la fidelidad. Deléitate en el Señor, y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará. (Salmo 37:3-5)
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho. (1 Juan 5:14-15)
Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. (Marcos 11:22-24)
En ti confiarán los que conocen tu nombre, Por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste a los que te buscaron. (Salmos 9:10)
Una invitación para tu corazón
Hoy Dios te llama a confiar plenamente en Él.
A soltar el control.
A dejar el miedo.
A descansar en su fidelidad.
“Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia.”
(Proverbios 3:5)
Porque cuando confías en Dios… todo cambia, todo resulta para bien, todo se llena de vida.