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¿CÓMO VEMOS A JESUS?

Primero vamos a buscar la definición de ver

 

 

VER

Es percibir con los ojos algo mediante la acción de la luz u observar y conocer con el sentido de la vista.
Es un verbo que implica la acción de ver algo en general, sin necesidad de prestar atención a los detalles en algunas ocasiones.
Ver debe formar parte del conocimiento, si no se tiene una forma de ver clara de las cosas, de la misma manera se reflejara el conocimiento y en la forma de presentar ese conocimiento a otros, ya que puede no ser claro y en cierta manera es confuso  y confundirá a otros.
 
Desde el Antiguo Testamento fue muy importante el trabajo de ver, ya que Dios capacitó a hombres de carne y hueso para ser llamados Videntes ( signf. que ven ) o conocidos como profetas.
Ellos tuvieron la particularidad de tener el Don de parte de Dios, en una comunión  donde  podían ver mas allá  de lo natural, lo efímero, lo básico; pero sí podían tener la revelación de lo profundo del ser y de los eventos futuros de parte de Dios.
Para Dios era muy importante el conocimiento de las cosas, la información, clara, precisa, concisa, que no admite duda de sus leyes, directrices e instrucciones,  y la revelación de quien es Él para el hombre, por eso dice la Escritura:
“Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos”. Oseas 4:6
El ver y el conocimiento claro y verdadero, le permite al sujeto avanzar con mayor certeza, para con seguridad alcanzar el objetivo.
Entonces…

¿Cómo vemos y conocemos?

Como hemos dicho en otras clases, es con testigos y evidencias verídicas que podemos llegar a la solución de algo y entrar en un conocimiento claro, conciso y preciso de los hechos que queremos aclarar o queremos dar a conocer sin duda alguna. 
La Escritura nos enseña sobre los testigos que:
“Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra.”  Mateo 18:16; y otros como (Deuteronomio 17:6   Deuteronomio 19:15;  2 Corintios 13:1)
Así como hemos dejado estas cuatro citas Bíblicas de testigo, que así lo dicen las Escrituras, de esta misma forma necesitamos ser testigos presenciales de una situación, para que con veracidad sea nuestro testimonio;
Pero también, no siendo testigos presenciales sino auditivos, es decir que hemos escuchado el testimonio de dos o tres testigos que han presenciado un evento, entonces y solo entonces podremos obtener un conocimiento certero de la situación y de que no estamos siendo engañados, ya que las versiones no se contradicen y tienen claridad en la narración de los hechos.
 
De aquí en adelante es nuestra responsabilidad como testigos de haber escuchado  estas cosas que les acontecieron a otros, hacer una presentación relevante de los hechos a quien quiere oír lo sucedido; pero caerá sobre nuestros hombros la responsabilidad de contar los hechos como lo hemos oído sin tergiversarlos.
Así debe pasar con el Evangelio, con el conocimiento de Dios y Jesús.

¿Cómo  lo vieron otros?

La Escritura nos enseña como vieron otros a Dios y a Jesús, desde el Antiguo Testamento al Nuevo Testamento.
Para Dios ha sido tan importante dejar escrito el testimonio de los hechos que acontecieron desde la antigüedad, que la Escritura dice:
“Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.”  Romanos 15:4
El testimonio de los que vieron, vivieron y oyeron, es lo que nosotros tenemos como base  de nuestro creer, es decir de nuestra fe.
Notemos que si al ver como primera impresión no se activan el resto de los sentidos, es posible que se tenga una versión  muy pobre de los hechos debido a que solo se juzga por lo que se ve sin un sentido real de las cosas; aunque esto pareciera un poco contradictorio.
Por ejemplo en escritos del Nuevo Testamento como Mateo, Marcos y Juan, como discípulos de Jesús dejaron su testimonio escrito en lo que hoy conocemos como los Evangelios, para dar a conocer su versión de los hechos al ver, andar y conocer a Jesús y ser testigos del Reino de Dios aquí en la tierra, según así lo dice:
“Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.” Mateo 4:17
Pero también vemos a Lucas, considerado dentro de los Evangelistas como aquel hombre que no estuvo con Jesús pero como el mismo le testifica a Teófilo, “he investigado con diligencia”
“Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra, me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo, para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido.” Lucas 1:1-4
 
Lucas no solo se quedo con la enseñanza que recibió de otros, que como dice él, vieron con sus ojos y fueron ministros (es decir administradores de esa palabra, se hicieron responsables de lo que decían en cuanto a los hechos que vieron, vivieron y conocieron)
Lucas investiga con diligencia ( con cuidado, esmero, atención), para  con toda verdad testificar las cosas que esta viendo y escuchando a su alrededor y le estan enseñando.
De esta manera Lucas al investigar se convierte en el cuarto testigo que afirma la veracidad de las versiones de todos aquellos testigos presenciales y puede confirmar que no hay contradicción en sus testimonios.
Wow!!, que maravillosa osadía de querer aclarar su conocimiento para confirmar la verdad.

Pero también encontramos  a otras personas que tienen  otra forma de ver las cosas en su primera impresión

¿Cómo vieron a Jesús?

Los pastores

Un niño en un pesebre

Los Magos

El niño rey de los judios

Maria y Jose

Su hijo, se angustiaban por el.

Lucas 2:48

Los Discipulos de Juan

Un hombre que estaba con Juan. Juan 3:26

Juan el bautista

Lo vio como el Cordero de Dios. Juan 1.29

El que habia de venir

Nicodemo

Lo vio como Rabí ( un maestro)  Juan 3:2

Andrés 

Lo vio como el Mesías, el  Cristo).

Juan 1:41 

Natanael

Lo vio como Rabi, como Hijo de Dios, como rey de Israel

Juan 1:47-49

Los Escribas y Fariseos

Lo vieron como el profanador del día de reposo

Los Sacerdotes

Un hombre que alborota al pueblo

Lucas 23:4-5

La Gente

 Viendo no veían.  Mateo 13:13

Pilato

Un hombre sin delito alguno  Lucas 23:5

¿Ver a Jesús es conocerle?

Desafortunadamente NO
Sus discípulos aun estando con Jesús, viendo las señales, milagros y cuanta sanidad hizo Jesús en cada región a la que fue con ellos y todavía no le conocían, su vista era muy corta. Por ejemplo con Felipe.
“Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?”  Juan 14:9
De igual forma los Escribas y Fariseos viendo los milagros y las señales que hacia, y que sobre el se cumplían las Escrituras que según ellos decían conocer; dijeron vemos, pero Jesús les dice:
 “Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados. Entonces algunos de los fariseos que estaban con él, al oír esto, le dijeron: ¿Acaso nosotros somos también ciegos? 41 Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; mas ahora, porque decís: Vemos, vuestro pecado permanece”. Juan 9:39-41
Pero también Tomás, habiendo visto a Jesús y oyendo de antemano lo que le había de acontecer y que resucitaría al tercer día, no creyó en ello.
Pero en este caso tuvo que ver mas para creer.
“Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino. 25 Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré”.  Juan 20:24-25
Por tal motivo y aunque muchos anduvieron con Jesús, comieron con Jesús, caminaron con él, le siguieron para saber que decía y hacia;, cada uno lo vio de diferente forma y recibió la información a su manera; cada quien juzgo con su propio juicio. y aunque Jesús dice:
“Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis. 38 Mas si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre. Juan 10:30-39  Leer todo el texto
“Si yo no hubiese hecho entre ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora han visto y han aborrecido a mí y a mi Padre.”  Juan 15:24
Aunque Jesús vino a dar a conocer al Padre  y que venia del Padre por medio de testimonio que fueron sus obras, su testimonio de amor, ayuda, misericordia y cumplimiento de las Escrituras, no les fue suficiente.

El Padre, el Espíritu Santo, Las Escrituras y él mismo testificaron por sus obras de que venia del cielo.

¡Tengamos cuidado de que no nos pase lo mismo y que seamos jueces con malos pensamientos, cambiando el testimonio y siendo además ignorantes!

 

 

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¡ Dios le bendiga !

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